y el otoño no acaba de entrar

Mientras la musa no se digna a fijarse en mi, y me lleva a continuar adelante con mi tercera novela, pues aprovecho el tiempo para leer sobre la historia de España durante el siglo XVIII. Esto de estudiar historia no es lo mío, pues recuerdo que durante el bachillerato copié todo lo copiable y chuletas y cambiazos fueron lo habitual en algunas asignaturas en esos años de mi vida. En este sentido tengo que decir que había un profesor de historia al cual dijera lo que dijera en el examen (eran habitualmente 3 las preguntas que ponía escogidas al azahar) nosotros nos poníamos de acuerdo para hacer las que nos daba la gana y así puestos todos de acuerdo, eran 3 las preguntas y respuestas que le entregábamos y así funcionó bien el sistema durante un par de meses hasta que el buen hombre se dio cuenta que lo que contestábamos nada tenía que ver con sus preguntas y se terminó lo del cambiazo.

El caso es que me entretengo ahora en leer sobre historia y mi primera impresión es que los españolitos siempre hemos estado dándonos de tortazos y si es contra nosotros mismos pues mejor que mejor. No hay que acudir a las antiguas rencillas entre los diversos reinos como el castellano, navarro, leonés, etc , sino que en pleno siglo XVIII los blancos (borbones) estuvieron durante unos cuantos años en guerra contra los azules ( austriacos) y asi luego pasamos al siglo XIX y nos encontramos con las guerras carlistas y luego en pleno siglo XX con la de los rojos contra los azules. En fin que los diversos colores siempre han estado enfrentados en el pais de la tortilla y la sangría y al próximo que me pregunte sobre la guerra civil le diré que en concreto a cuál de todas se refiere.

Por eso, en la actualidad, cuando oigo y veo las terribles declaraciones que hacen los diversos políticos contra los del bando contrario, me digo que sería más conveniente que eso se lo cuente a su querida pareja a la hora de la comida o a su íntimo amigo del alma en el bar, antes que largarlo por un medio de comunicación pues ya digo que a los españolitos por poco que se nos caliente ya estamos calando las bayonetas. En fin, es un consejo.

En concreto me estoy dedicando a estudiar la historia de la Armada durante ese siglo XVIII y tengo que decir que en referencia a los combates navales españoles a lo largo de la historia, todo el mundo sabe lo que pasó en Trafalgar y a la Armada invencible unos siglos antes. Tengo que apuntar además que este siglo XVIII hubo otras derrotas como la de Rande, donde una flota de indias fue destrozada, y la derrota de Cabo Passaro donde la Armada inglesa, sin declaración de guerra previa (¡¡estos ingleses...!!.), nos infringió otra derrota, pero si todo un imperio atlantico como era el español no nos fue quitado, quiere decir que no todo fueron derrotas. Blas de Lezo en Cartagena de indias les dio y fuerte a los ingleses y una cosa muy importante: la armada inglesa en este siglo XVIII constaba de 116 navíos contra 33 navíos de los nuestros y así no hay guerra que valga. Por ello a lo que se dedicaban nuestros barcos era a hacer la guerra al corso y con estupendos resultados, de tal manera, que España pudo mantener así sus territorios.

Pero dejemos el pasado, que pasado está y pensemos en el presente. No voy a decir nada nuevo, pero es que clama al cielo:

Es mala, realmente mala la programación de televisión de las diferentes cadenas. Esta semana pasada he hecho sofa-ball y siempre he terminado viendo el canal historia, national geographic y odisea pues el resto de cadenas era para obviarlas. Un magnífico invento de la humanidad como es la televisión y convertido en basura. No digo que haya algún programa que se salve, que los hay, pero la inmensa mayoría son insufribles. Por favor: un poco de imaginación.

Y por lo demás todo sigue más o menos bien: me rio en el curso de cata de vinos (sobre todo a partir del tercer vino), tengo dañado el hueso metacarpiano del pie (no hay nada como lastimarse para aprender nombres de huesecillos nuevos) y vengo de Piedralaves donde he disfrutado de un estupendo fin de semana con un tiempo maravilloso, comiditas, amigos y en definitiva estar bien. Conocí una noche una pareja que les gustó mi villancico el hijo de Dios, y me dijeron que intentarían darle salida. Me faltó tiempo para regalarles el mítico CD de 38 años de éxitos con mis cuatro composiciones. No sé, a ver si a Kim Bassinger le gustan los villancicos y la conozco, que por cierto, no estaría nada mal.

Y como siempre: no te olvides de jugar al cuponazo ( y si das pasta a las ONGs ya lo bordas)
besos y abrazos
Santi