domingo, 22 de mayo de 2016

una semana más...

Hola a tod@s: ya se huele la primavera por todos los rincones, y lo mejor es que en marzo y abril ha caído agua, abundante agua, así que el campo está precioso y lleno de color, e incluso se comenta que más de uno se encuentra primaveral, con todas las ventajas que ello conlleva.

Yo mientras tanto sigo a lo mío: a recuperar un 50% de la inversión de las quinielas si gana en el último partido el Almería al Oviedo, a continuar con mis clases de PER, a intentar seguir adelgazando y a continuar con mi nueva novela.

En ella, que versa sobre una orquesta típica de verano de España, aparte de escribir al ritmo de canciones emblemáticas como "la barbacoa" y la copla "romance de la reina Maria de las Mercedes",  me acerco al mundo de la droga y de los emigrantes (Sí, no todo va a ser "Paquito el chocolatero". Efectivamente hay más cosas en la vida). Como de ambos temas tan bestiales no tengo mucha idea que digamos, afortunadamente para el caso de la droga,  me estoy informando con gente puesta en el tema, y la verdad, me encanta las entrevistas que he hecho y me estoy enterando de cosas que no sabía.

En lo que respecta a la emigración, uno vuelve a corroborar lo que ya sabía: la guerra de Siria es una barbaridad, sin paliativos. Es una locura a la que nos hemos acostumbrado, pero si la guerra es una locura, las consecuencias y la respuesta que ha dado Europa a los emigrantes que de allí han partido es una salvajada, mayor si cabe. Estoy ahora leyendo un libro sobre exiliados, de título "La maternidad de Elna" en donde se narran las desventuras, más que aventuras, de los exiliados republicanos españoles en Francia. Miles y miles de ellos fueron puestos en campos de concentración miserables en las playas francesas. Fue terrible lo que aquella gente pasó después de huir de la espantosa guerra civil española. Pero en aquella barbarie, destacó una casa de acogida para mujeres embarazadas, la maternidad de Elna, en donde se humanizó el trato dado a aquellas gentes, en concreto a las mujeres que iban a dar a luz. ¿Cuántas casas de acogida hay ahora como esta de la que menciono?. No creo que muchas y el trato en los campos de refugiados no creo que haya mejorado mucho más. Lamentable.

He conocido la realidad siria gracias a mi amigo Samer, y no encuentro calificativos a lo que allí está pasando. Tal vez la destrucción de algunas ciudades sirias sea incluso mayor que la que sufrió Berlín ,en la Alemania nazi, en el 45, o Stalingrado en el 42. Pero aquello era Europa, y lo hacemos nuestro, de gentes europeas, de alemanes y rusos, de distintas ideologías, pero a fin de cuentas europeos, Sin embargo a la destrucción Siria nadie le hace ni puto caso. He aquí el drama de la humanidad. Creo que la ONU no tiene ningún sentido en este siglo XXI, excepto en su labor humanitaria como ACNUR o UNICEF . Habría que reinventarla.

Así, que como mucho sobre el tema no puedo hacer, excepto colaborar con las ONGs, pues que menos que entre pasodobles y éxitos de verano, entre baladas y bailes del Bimbó coreografiados por mis personajes, qué menos que tocar el tema de la tragedia que se está viviendo y crear un personaje comprometido con esos seres  que sufren. Como escritor estoy obligado a ello, y además, me apetece hacerlo, así que a ver si tengo suerte y lo enfoco bien. Esto de ser escritor es genial: acercarte a cualquier tema con la esperanza de informar y por supuesto de gustar. A ver si hay suerte: los exiliados se lo merecen.

Pero la miseria ésta se ve de lejos, y  creo que por aquí importa más el resultado de la final europea madrileña de futbol o lo que sueltan al éter alguno medios de comunicación o políticos varios. Es aquí donde se fragua la tragedia de la humanidad.

Así que yo a lo mío, y a ver si consigo escribir esta semana con tranquilidad, método, y sobre todo con alegría. Entonces será una buena novela.

Pues eso, a ver si gana el Almería.
Besos y abrazotes y no dejéis de comprar cupones de la ONCE, que es cosa buena.
Santi
www.jmediciones.com







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