domingo, 20 de noviembre de 2016

Paul Simon y otras cosas

Pensaba comenzar hablando de la ceremonia de investidura del presidente de gobierno de España, pero no lo haré, pues ya se ha hablado demasiado. Solo diré que cada vez me cae mejor este rey, Felipe VI, y que si alguna vez, me invita a un acto importante de su mandato, como es el caso que nos ocupa esta semana, el de la investidura, iré de chaqueta y corbata al acto, y eso que vestirme así no me gusta nada, me supera. pero...Cuestión de protocolo. Esa asignatura que no es para joder, sino para igualar o ensalzar. Una asignatura necesaria.

Pero hablemos de cosas más interesantes y que también me afectan: Efectivamente, como te habrás imaginado, estoy hablando de engullir lonchas de pavo. Hola, soy Santidepaul y te contaré mi historia:
Hace ya algunos años, e intentando ser fiel a seguir una dieta, me recomendaron hacer 5 comidas al día, y para ello no encontré nada mejor para el mediodía que unas finas lonchas de pavo finísimas de la marca "campofrío" que vendía en unos pequeños envases a 1 euro. Cantidad que estaba puesta impresa en el citado paquete. Fui feliz durante una temporada y una cajita me duraba 2 días, engullendo a mediodía las sabrosas lonchas, a razón de 5 por día. Era feliz engullendo las lonchitas. Realmente ricas y esperaba con impaciencia el fenomenal momento de deleitarme con ellas.

Al poco tiempo, hubo una novedad: El precio no variaba y así lo reflejaban las cajitas, lo cual era muy de agradecer,  pero al abrir el envase, uno se llevaba una tremenda sorpresa: en lugar de haber 10 ricas lonchitas, ponían sólo 9 en el paquete. Lo cual era una tragedia, porque por aquello de ser impares, un día comía menos que otro. Una pesadilla. Los días impares era tremendamente más infeliz que los pares.

Siguió pasando el tiempo, y con asombro veo que ya no existen mis apreciadas cajitas, y han sido sustituidas por envases más grandes con pavo relleanas que cobran a casi 2 euros. A lo mejor es que soy torpe buscando los envases por mí queridos, pero me temo que así es su política comercial: ahora paga más y come menos.

En fin, Campofrío, ya sé que hacéis unos estupendos anuncios, y muy acertados, pero por favor: que vuelvan los envases a 1 euro y si es con 10 lonchas, mejor.

Bueno, no sólo de lonchas de pavo vive el hombre...También fui a conciertos.

Transcurrieron 25 años desde que lo volví a ver actuar de nuevo. Estoy hablando de Paul Simon.

Fue en el 1991 en La Coruña. El Santi que vio aquella maravilla de concierto, tenía 30 años. Le faltaba por madurar, esa es la palabra, pero allí estaba encantado. Con sus vaqueros y camisa de cuadros, como dijo aquel cantante, el del velero llamado "libertad". Y quedó maravillado por las canciones de "Graceland". Fueron muchas cosas las que pasaron en estos 25 años. Algunas geniales y otras no tanto. Y tras estos años he podido volver a apreciar a Paul Simon, esta vez en Madrid, con mi novia y gente algo más talludita. Y Paul con 75 años, algo mayor quizás, pero indescriptible como sonaba. Ha sido impresionante escucharle. Fueron buenas sus canciones con sus músicos, impresionantes algunas, pero cuando cogió la guitarra y él solo con la acústica cantó "The boxer" o "los sonidos del silencio" mi vello se erizó. Ya no digo el alma...

En fin, gracias Paul Simon por tu concierto. Aquí un incondicional. Lástima que tengas dentro de poco a Trump como presidente. Bueno...aquí también tenemos a gente no muy deseada.

Pues eso: seguir comprando por favor cupones de la ONCE que es cosa buena y besos y abrazotes y hasta la próxima semana.

Y en febrero la presentación de mi próxima novela. Genial.

Santi
www.jmediciones.com



 

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