Todos los años lo hago, y este no iba a ser menos. Llegado el final de la liga de fútbol, a eso de mediados del mes de junio, y cual colegial feliz de pirarse y terminar el colegio, me tomo mis merecidas vacaciones y dejo por unos meses de escribir el blog. No por mucho tiempo, unos dos meses más o menos, pero es mi forma de liberarme de todo aquello a lo que me dedico: quinielas, blog, y...pese al cariño que les tengo a estas dos actividades, soy feliz veraneando y me piro de vacaciones. Afortunado yo que puedo.
No, no es que me vaya a un viaje de unos cuantos meses de duración, sino que simplemente dejo de hacer lo que hacía y creo que esto me sienta bien, pues cuando lo retomo, a finales de agosto, lo hago con más fuerzas y soy incluso más original, si cabe.
Es más, creo que toda actividad debe tener sus vacaciones, y siempre echaré de menos, aquellas vacaciones de verano con mi madre de casi 2 meses y medio en la sierra, en donde todos los hermanos disfrutábamos del merecido descanso estival y en donde mi padre, cual Rodríguez, nos acompañaba su mes de vacaciones. Qué buenos tiempos aquellos.
Así que siempre haré apología de las vacaciones, y dichoso el que pueda pillarlas. Sí, ya sé que hay más cosas importantes en la vida en las que pensar y que hacer, que durante el periodo estival podía parir una página al día del blog, hacer otra novela, emprender alguna actividad, o bien aprender algo mediante el estudio. Pero no: vaguearé, del verbo vaguear. Que no es tan malo como dicen y más a los 56 años.
Pido perdón a mis lectores por mi falta de actividad, y en especial a aquellos que me siguen semana tras semana que son algunos, pero ya volveremos a encontrarnos en agosto, y mientras tanto, si alguno quiere saber más de mi vida, podéis echarle un vistazo a mis novelas publicadas en www.jmediciones.com y www.avantpressediciones.com
En fin, que vamos a veranear y os animo a hacerlo.
Ojalá pudieran decir esto todos aquellos refugiados a los que les estamos cerrando las puertas. Como ya dije en una entrevista: no tiene nombre lo que estamos haciendo con ellos. No tiene nombre.
Yo, por mi parte, intenté hablar de ellos y hacerles un hueco en mi última novela, pero...no obtuve el éxito deseado en la cantidad de lectores que la leyeron, y la novela, pese a buena parte de mis amigos a los que sí les gustó, pasó desapercibida. Es difícil triunfar en el mundo de la literatura. Sólo lo hacen 5 en España y el resto, se contentan con no perder dinero y darse una cena a la finalización de la publicación, y no precisamente de las caras. Efectivamente, yo no pertenezco a ese grupo de los 5 afortunados. Pero encantado de parir novelas de vez en cuando.
Pues eso, que paséis un verano estupendo, que encontréis el amor, o lo afiancéis este verano, y que os paguen alguna claúsula suelo o similar mientras estáis en algún chiringuito o haciendo senderismo.
Vamos a pasar un buen verano, el verano del 2017, y que no nos amargue nada ni nadie este sagrado derecho a veranear. Y por supuesto, que ojalá que el que esté parado encuentre trabajo, ojalá.
Y no os olvidéis de comprar cupones de la ONCE que es cosa buena. Sed felices
Besos y abrazotes
Santi
No, no es que me vaya a un viaje de unos cuantos meses de duración, sino que simplemente dejo de hacer lo que hacía y creo que esto me sienta bien, pues cuando lo retomo, a finales de agosto, lo hago con más fuerzas y soy incluso más original, si cabe.
Es más, creo que toda actividad debe tener sus vacaciones, y siempre echaré de menos, aquellas vacaciones de verano con mi madre de casi 2 meses y medio en la sierra, en donde todos los hermanos disfrutábamos del merecido descanso estival y en donde mi padre, cual Rodríguez, nos acompañaba su mes de vacaciones. Qué buenos tiempos aquellos.
Así que siempre haré apología de las vacaciones, y dichoso el que pueda pillarlas. Sí, ya sé que hay más cosas importantes en la vida en las que pensar y que hacer, que durante el periodo estival podía parir una página al día del blog, hacer otra novela, emprender alguna actividad, o bien aprender algo mediante el estudio. Pero no: vaguearé, del verbo vaguear. Que no es tan malo como dicen y más a los 56 años.
Pido perdón a mis lectores por mi falta de actividad, y en especial a aquellos que me siguen semana tras semana que son algunos, pero ya volveremos a encontrarnos en agosto, y mientras tanto, si alguno quiere saber más de mi vida, podéis echarle un vistazo a mis novelas publicadas en www.jmediciones.com y www.avantpressediciones.com
En fin, que vamos a veranear y os animo a hacerlo.
Ojalá pudieran decir esto todos aquellos refugiados a los que les estamos cerrando las puertas. Como ya dije en una entrevista: no tiene nombre lo que estamos haciendo con ellos. No tiene nombre.
Yo, por mi parte, intenté hablar de ellos y hacerles un hueco en mi última novela, pero...no obtuve el éxito deseado en la cantidad de lectores que la leyeron, y la novela, pese a buena parte de mis amigos a los que sí les gustó, pasó desapercibida. Es difícil triunfar en el mundo de la literatura. Sólo lo hacen 5 en España y el resto, se contentan con no perder dinero y darse una cena a la finalización de la publicación, y no precisamente de las caras. Efectivamente, yo no pertenezco a ese grupo de los 5 afortunados. Pero encantado de parir novelas de vez en cuando.
Pues eso, que paséis un verano estupendo, que encontréis el amor, o lo afiancéis este verano, y que os paguen alguna claúsula suelo o similar mientras estáis en algún chiringuito o haciendo senderismo.
Vamos a pasar un buen verano, el verano del 2017, y que no nos amargue nada ni nadie este sagrado derecho a veranear. Y por supuesto, que ojalá que el que esté parado encuentre trabajo, ojalá.
Y no os olvidéis de comprar cupones de la ONCE que es cosa buena. Sed felices
Besos y abrazotes
Santi
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